domingo, 25 de enero de 2009

Un proceso de dos



Aunque en estos tratamientos la mujer es quien lleva la parte más dura a nivel físico (pinchazos, revisiones continuas, punción...), es injusto olvidar la carga emocional que soporta la pareja.
El es espectador en todo este proceso, aguanta mis cambios de humor debidos a la revolución hormonal, me acompaña en los pinchazos y en ocasiones tengo la sensación de que lo pasa peor que yo.
Cuando se está inmerso en este tratamiento, el hombre parece pasar a un segundo plano, la familia, los amigos, incluso el médico se centran en la mujer, en arroparla, en saber de su estado anímico. Incluso yo misma a veces me olvido de que él desea esto tanto como yo, que sufre con cada pinchazo, que lo ha pasado igual de mal con la cancelación del ciclo y encima tiene que hacerse el fuerte para apoyarme.
Debe ser duro sentirse espectador en un proceso que es de dos, en un proyecto que los dos soñamos, y en el que los dos somos protagonistas.
Gracias por ser y estar.


"Te admiro desde lo más profundo
de mi subconsciente
con una admiración extraña y desbordada
que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
me intrigan,me interesan
y te observo
mientras discurres y discutes
hablando del mundo y dándole
una nueva geografía de palabras.
Mi mente esta covada para recibirte,
para pensar tus ideas
y darte a pensar las mías;
te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos."
Gioconda Belli

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