Llegue el viernes a las 5, nerviosa, con la vejiga llena, pero sin sentir que reventaba, por lo que estaba tranquila. Al llegar me encontre con la biologa que me pregunto si había bebido bastante agua. Eso me tranquilizo porque en ese momento supe que habría transferencia, que uno o los 2 embris habían aguantado la descongelación.
En cuanto llego el doctor fue todo muy rápido, desvestirme, subirme a la camilla... y tal y como se ve en la imagen el cateter deposito el liquido en el que van los embriones en mi utero. Esta vez por primera vez me enseño en la ecografía que la mancha que se veía era el liquido en el que estaban mis embris. Después los consejos de siempre, reposo relativo, y a esperar.
Hoy hace 3 dias y por ratos estoy muy optimista, otros sin embargo me invade la tristeza y pienso que va a ser negativo. Creo que estoy intentando blindarme por si las noticias no son buenas, porque eso significa renunciar a volver a ser madre, y es algo que me duele, porque no es elegido sino impuesto por las circunstancias. Me encantaría que Pablo tuviera un herman@, porque para mi mis herman@s son muy importantes en mi vida, y no me gustaría que se quedase sin saberlo. Además me encantaría volver a pasar por otro embarazo y otro parto, volver a vivir todas esas emociones y sensaciones...