En este ultimo mes, varias personas que me rodean han sufrido o están sufriendo golpes muy duros en su vida. Eso me ha hecho pensar en lo afortunada que soy, y en la poca importancia que le damos a veces a las pequeñas cosas que nos suceden cada día.
Empeñados en ver lo que nos falta para poder ser plenamente felices, nos perdemos las cosas cotidianas que creemos tener por derecho. Levantarte por la mañana y ver el sol, un gesto de cariño de un/a compañer@ de trabajo, la llamada de un amig@, un abrazo, la salud....
En ocasiones vivimos en nuestra burbuja, vamos como los burros tirando de nuestra vida hacia un objetivo que nos hemos marcado, y mientras no lo logramos no miramos más allá.
Hoy me he dado cuenta, es triste que el dolor de otros te haga ver que no estas aprovechando todas esas pequeñas cosas que te da la vida.
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